martes, 21 de mayo de 2013

Pero entonces ¿Cuánto cobrar?



Hace pocos días tuve una conversación con un ex-alumno, quien me preguntaba cuanto debía cobrar por sus trabajos como diseñador. Motivado por dicha experiencia, comparto con ustedes mis apreciaciones respecto a un tema transversal para todas las aéreas y muy atingente a quienes se enfrentan por primera vez al mercado laboral.

Un término utilizado muy a menudo es ‘pagar el noviciado’, lo cual, en jerga laboral, significa literalmente ‘venderla’, y eso amigos míos, a menos que nos hayamos asesorado muy bien desde el principio, nos ha ocurrido a casi todos alguna vez.
Cuando estamos recién saliditos del horno académico, nuestro único objetivo es que alguien solicite nuestros servicios, y muchas veces nos asusta cobrar una determinada cifra por temor a que nos rechacen. Sin embargo a medida que pasa el tiempo y después de tan clásico tropezón, uno empieza a comprender el delicado arte de valorar su trabajo. En mas de una ocasión he visto anuncios en internet de gente inexperta cobrando precios irrisorios, que no hacen mas que menoscabar la labor del comunicador en su conjunto. Por lo mismo expongo algunos datos útiles a la hora de cuantificar nuestro trabajo:

¿Cuánto quiero ganar con mi profesión?
Una buena forma de empezar es determinar cuánto espero ganar al mes, ya que así es mas fácil valorizar un trabajo, planificando previamente el tiempo que estimamos nos tomará desarrollar dicho proyecto.

¿Cuánto cobra la competencia?
Cuando hablo de la competencia, me refiero a la industria en su conjunto y no al vecino que hace monos. Conocer los valores del mercado me permitirá ofrecer un servicio mas atractivo en su relación precio – calidad.

Analiza los costos.
A la hora de cuantificar, nunca olvides considerar los gastos de producción (locomoción, luz, comida, imprenta, etc). El cliente no solo está pagando tu talento, está pagando para que le hagan la pega.

Honestidad.
La honestidad parte por casa. Reconocer nuestro nivel de profesionalismo, nuestras competencias y nuestra experticia es un factor clave; reconocer nuestra evolución también lo es. Si la primera vez cobraste x, no dudes en cobrar x+1 la próxima vez. Estoy seguro que con el paso del tiempo tu trabajo será exponencialmente mejor. Si el cliente rechaza este principio, claramente necesita trabajar con novatos.

Espero que estas palabras les hayan sido útiles, nunca olviden que esto es trabajo. Cuando una empresa recluta empleados, espera ver gente ambiciosa. Cuando nosotros ofrecemos un servicio, los verdaderos y buenos clientes también esperan ver gente así
Saludos!

3 comentarios:

  1. Sin duda es un tema espinoso, por el cual todos hemos tenido que pasar o al que nos volvemos a enfrentar cuando ampliamos nuestra actividad laboral.
    Muy buen post. Gracias.

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    1. Muchas gracias Daniel y bienvenido. Me parece muy valioso tu comentario y como lo relacionas con el crecimiento profesional, sobre esa misma linea ¿como crees que impacta el crecimiento de nuestra cartera de clientes en los procesos de tarificación?
      Un abrazo.

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    2. Evidentemente impacta en el que uno puede incrementar la tarifa que cobra, teniendo en cuenta siempre los precios que se manejan en la competencia. Tampoco es conveniente venderse demasiado alto, ya que corremos el riesgo de perder a nuestros clientes.
      Un abrazo, estamos en contacto.

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